La Diputación de Gipuzkoa ha presentado esta semana un Plan de impulso de la plantación de manzanos para la producción de sidra autóctona. Con esta iniciativa, acordada con el sector sidrero, el Departamento de Promoción Económica y Medio Rural destinará más de 300.000 euros anuales a apoyar nuevas plantaciones en nuestro territorio.
El Plan fue presentado en Otalarrea, finca experimental de la Diputación, y estuvieron presentes el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, la diputada foral de Promoción económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial, Ainhoa Aizpuru, así como el presidente de la Asociación de Sidra Natural de Gipuzkoa, Ibon Aburuza y la presidenta de Sagardoaren Mahaia Elkartea, Oihana Gainzerain.
El objetivo de este Plan no es otro que generar un salto cualitativo de la calidad del producto final, la sidra, que se produce en nuestro territorio; mediante la adecuación de nuevos terrenos y el apoyo a los productores para la plantación de manzanos. “Queremos poner en valor y apoyar la actividad económica en el medio rural, con todos los beneficios que conlleva en términos de cohesión y mantenimiento de valores paisajísticos”, expresó Markel Olano. El Plan también supone, en palabras del Diputado General, una apuesta por la calidad de un producto como la sidra, “con toda la cultura y los valores que lleva consigo”.
Por su parte, Ainhoa Aizpuru explicó que el Plan de Impulso de los Manzanales tiene como objetivo alcanzar “la elaboración de la totalidad de la sidra producida en Gipuzkoa con manzana autóctona, ya que se trata de la mejor manera de garantizar la viabilidad y la supervivencia de las sidrerías y de la cultura existente en torno a la sidra”.
Un compromiso a dos bandas
Con esta iniciativa la Diputación se compromete a incentivar la expansión de los manzanales mediante subvenciones a nuevas plantaciones que realicen tanto los fruticultores como los propios sidreros guipuzcoanos. Para ello se buscarán tierras de propiedad pública aptas para la producción de manzana, cuya explotación se cederá a los productores. La Diputación de Gipuzkoa persigue de este modo proporcionar al sidrero facilidades para la producción de manzana de sidra “facilitándole suelos aptos y un plan financiero adecuado”, afirmó Aizpuru.
La institución foral financiará la inversión inicial de los primeros cinco años hasta que los manzanos empiecen a producir, lo que supone una ayuda de 11.500 euros por hectárea. Además, se implantarán programas de mejora, asesoramiento y formación para el sector. Ainhoa Aizpuru destacó que este plan permitirá “la creación de puestos de trabajo en el mantenimiento de las nuevas plantaciones, se dará salida a terrenos rurales infrautilizados y permitirá la diferenciación de las sidras y de su precio”.
Por su parte, el sector sidrero de Gipuzkoa se compromete a destinar la cosecha de las nuevas parcelas a la elaboración de sidra con manzana autóctona, así como a adaptarse a la normativa de las marcas públicas de calidad.
Algunas cifras
Este Plan es la consecuencia de un análisis de la situación actual del sector. Merkel Olano ha señalado que vivimos una época de “escasez de abastecimiento de materia prima, de manzana de calidad” y que en los últimos años “se ha ralentizado notablemente la implantación de nuevos manzanales.
En la actualidad se producen en Gipuzkoa entre 5 y 6,25 millones de kilos de manzana de sidra, en las 1.100 hectáreas que se cultivan. El déficit anual de manzana, que se importa desde otros países o autonomías, se calcula en 7,75 millones de kilos. Serían necesarias unas 310 hectáreas para cubrir ese déficit.
La Diputación Foral de Gipuzkoa inició en el año 1984 un plan de incentivación y fomento de nuestras plantaciones de manzanales en nuestro territorio que ha provocado que, en los últimos 31 años, se hayan plantado 811,72 hectáreas, siendo el ritmo menor en los últimos años. Por cierto, en nuestra historia ya ha habido más casos de normas y leyes que buscaban proteger nuestros manzanos.